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jueves, 12 de julio de 2012

Tarta de tres chocolates

Esta tarta es una de mis favoritas, además que es muy versátil, se puede utilizar como tarta de cumpleaños, como postre, como merienda, etc...

Yo la descubrí con una receta de la Thermomix, pero la he ido adaptado y al final la hago de la forma tradicional, o sea, con un cazo y una cuchara y paciencia para ir removiendo. A mí, particularmente, me gusta más, sale como más esponjosa.

Y ya nos metemos en faena. En primer lugar vamos a ver todos los ingredientes necesarios:


Hará falta:
  • 250 gr. galletas María (un tubo)
  • 1 cucharada de canela en polvo
  • 100 gr. mantequilla derretida 
  • 1 l. leche
  • 1/2 l. nata líquida
  • 150 gr. chocolate negro
  • 150 gr. chocolate con leche
  • 150 gr. chocolate blanco
  • 3 sobres de cuajada en polvo
  • 90 gr. azúcar blanco
Lo primero que hay que hacer es preparar la base de la tarta, que vamos a hacer en un molde desmontable.

Para ello, en primer lugar tenemos que moler las galletas hasta dejarlas con la textura del pan rallado, más o menos. Yo lo hago con el accesorio de picar de la batidora.


Antes de continuar montando la base hay que derretir la mantequilla. Yo lo hago usando el microondas, con una temperatura media-baja y haciendo de 30 en 30 segundos, y así se evita que se queme la mantequilla. Cada 30 segundos es aconsejable darle un meneo ayudándonos de una cuchara.

Una vez trituradas las galletas hay que añadirles la mantequilla derretida y la canela en polvo. Yo también le añado un chorrito de leche, y así consigo trabajar mejor la mezcla, con la mantequilla se queda demasiado seca. Todo esto hay que removerlo muy bien hasta que tenga más o menos la siguiente textura.

Cuando hayamos llegado a este punto, vertemos la mezcla en el molde y una espátula o con las manos (lo que se más cómodo) vamos tapando toda la base del molde de manera que quede una capa uniforme.

Antes de untar el molde yo aconsejo hacer una prueba de estanqueidad del molde, conozco casos de algunos moldes de esos baratillos (=chinos) que cuando se le ha vertido la siguiente capa que es líquida se ha derramado. En ese caso podemos intentar subir la capa de la base de galletas un poquito por el borde para evitar fugas.

Quedaría así.

En la foto se ve que hay un papel vegetal, lo uso cuando la tarta me la quiero llevar fuera de casa sin el molde, y lo pillo entre las dos piezas del molde desmontable. Si la vais a dejar en casa se puede ahorrar esto.

Una vez extendido yo lo meto en el congelador para que vaya cogiendo cuerpo.

Lo siguiente que tenemos que hacer es, en un bol grande, mezclar la leche y la nata líquida, y removemos para que se mezclen bien. De aquí hay que sacar tres partes. Yo lo hago con ayuda de un vaso medidor. Si no lo tenéis, podéis pesar la cantidad total de líquido y dividir en tres parte iguales.


Ahora comenzamos con la primera capa de chocolate, la de chocolate negro. En un cazo ponemos el chocolate negro troceado, 1/3 de la leche y la nata mezcladas y 1 sobre de cuajada en polvo:

A partir de que comience a hervir, hay que dejarlo cociendo a fuego lento durante 7 minutos. Yo utilizo placa de inducción y, de 9 posiciones que tiene el fuego, lo cocino en la posición 4. Cuando falten un par de minutos para que termine se le añaden 50 gramos de azúcar. Yo la añado casi al final para evitar que se agarre al fondo del cazo.

La cantidad de azúcar es una de las cosas con más variación que he visto. Yo reparto los 90 gramos totales de la siguiente manera: 50 para el chocolate negro - 20 para el chocolate con leche - 20 para el blanco. Hay quien hace: 30 - 30 - 30. O los más golosos que usan 150 gramos en total, dividiendo en 3 parte de 50. Son sugerencias, yo considero que con el reparto que he dicho primero queda bastante bien.

Una vez terminada la capa de chocolate negro, hay que verterla sobre la base de galletas y dejarla enfriar en el congelador mientras que hacemos la siguiente capa.


Yo utilizo el mismo cazo para las tres capas, entre capa y capa lo friego. Así también aumento el tiempo para que la capa anterior se vaya poniendo durita.

La próxima capa es la de chocolate con leche. Sería repetir todo el paso anterior, pero en lugar de chocolate negro ponemos el chocolate con leche, y en lugar de 50 gramos de azúcar, sólo 20 gramos. Lo demás todo igual.


Ahora hay que verter esta capa sobre la anterior que ya habrá cogido un poco de consistencia. Antes 2 cosas:
  1. Para evitar que las capas deslicen una sobre otra cuando se hayan solidificado con la ayuda de un tenedor hacer surcos sobre la capa anterior (como cuando jugábamos con los rastrillos en la arena de playa).
  2. Para que no se haga un agujero en la capa de abajo al verter la capa líquida, en vez de verter directamente, hacerlo en una cuchara vuelta hacia abajo.

A continuación repetimos igual con el chocolate blanco:


Ya tendríamos terminada la tarta. Ahora sólo queda dejarla reposar en el frigorífico 4 horas como mínimo, pero si podéis dejarla toda la noche mejor, la consistencia será mejor. Y este es el resultado:


Es mejor dejarla con el molde hasta el final, así evitamos "incidentes". Cuando las desmoldemos podemos decorarla de mil formas distintas: con fideos de chocolate, con virutas de chocolate, con cacao en polvo, con conguitos, con bombones, etc... En fin, como se os permita vuestra imaginación.

Otra opción, es hacerla al revés, es decir, empezar por el chocolate blanco y terminar por el negro, manera que queda el blanco pegado a la base de galleta y el negro en la punta arriba. Esta opción es mejor si se desprende algún trocito de la capa anterior, porque, al ser la capa de arriba más oscura, se camufla.

Aquí dejo dos sugerencias de decoración.

La primera es simple, sólo virutas de chocolate y unas velas.

Y esta otra es usando una plantilla y cacao en polvo.

Espero que haya sido fácil seguir la receta y que os guste hacerla y comerla. Para mí, esta tarta es espectacular. Quedareis de lujo con ella.

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